jueves, 27 de agosto de 2009

Nuestro lugar ¿Cuál de todos?




Cancalpina, el único galáctico del matambre a la parrilla, me mojó la oreja esta semana con respecto a la pobreza de mi post anterior. Mea culpa. Tania dice que Rono salió del closet. Algo de cierto en eso también hay. También es cierto que podría haber “adornado” un poquito más al post con alguna que otra postal de La Boca y de la travesía que implica hacer trámites en Boca y hubieran aumentado las chances de Rono de agradar y seguir esparciendo glamour. Todo es cierto, hasta cierto punto, también.

Sin embargo, hubo otro comentario de Cancalpina, luego de su periplo por la incomparable (en cualquier sentido posible del término) Texas, que me dejó pensando aun más. Cancalpina dixit: “En mi poca experiencia de expatriado si hay algo que cada vez se me afianza más es la idea que la gente en Argentina realmente vale la pena. Digamos, familia más amigos. Y eso es así. Mucha gente te dice que no, que amigos te haces en todos lados. No lo niego, pero esa simpleza de la gente que implica que no es necesario pelar agenda con tres semanas de anticipación para acordar juntarse...no sé si esta en todos lados”.

Más allá de lo mucho o poco que uno pueda estar de acuerdo con esta afirmación (Rono asiente con la cabeza en señal de aprobación), lo que refleja es algo que encierra una paradoja en sí misma: mientras más (lugares) conocemos, más nos cuesta decidirnos por uno. Esto que resulta obvio para algunos, no lo es tanto para otros. Muchos dirán “Paris, no, Paris, me quedo ahí toda la vida!”. Puede ser, pero los más inconformistas, los que nunca dejamos de buscar el pelo en la leche, siempre sentimos que sí, los lugares nuevos nos agregan cosas, nos refrescan, nos fortalecen (como el tamaño de las porciones en Texas), nos alegran y todo eso, pero al mismo tiempo, casi en simultáneo nos plantean el tremendo desafío de resignar otras cosas, igual de interesantes y eso nos perturba.

Tampoco se trata de envidiar a los que no se debaten nada. Eso sería tan triste como desear tener una sola camisa o comer todos los días lo mismo. Lo que sí es cierto es que los del club de exilio por voluntad propia nos pasamos unos cuantos minutos debatiéndonos entre cosas que ellos, por desconocer, invierten en actos más productivos.

Rono, Cancalpina, Juli, Xavi, Tania y los que somos de la raza aeropuerto por elección propia, masoquistas de la expatriación y el destierro, tampoco nos las pasamos mal. Para nada. Pero uno nunca deja de revisar esa paradoja tan compleja. “Mientras más conozco, menos sé donde quiero terminar” dice otro, por acá, asumiendo su falta de carácter, pero al mismo tiempo, entendiendo que, inexorablemente, uno opta y al optar corta, filtra, deja afuera, ahoga y silencia miles de sensaciones propias de lugares y de cosas que nos pasaron ahí.

Espero sepan entender.

(Este post está dedicado a todos aquellos que en un esfuerzo por convertir sus vidas en algo que realmente valga la pena, cometen actos de locura como abandonar el lugar que aman y complicarse la vida mudándose a otros mucho más atractivos, aunque sin ese nosequé de la espontaneidad y el desorden)

lunes, 24 de agosto de 2009

Rono: al fin y al cabo, otra ordinaria muestra más del gen argento



Que mucho viaje, que mucho glamour, que mucho blah, blah. Lo cierto, la verdá, es que este Rono resultó ser otro típico argento más.

Se hablaba de futbol en Mondorono desde una óptica casi ajena, tangencial, inconexa. Hasta que de un día para el otro, viene este Rono y comete el más burdo y predecible de los pecados sociales: confiesa su amor por un equipo de fútbol, por un "cuadro".

Pero la historia de chatura y mediocridad no concluye allí. Para nada. Va muchísimo más allá. Porque no se trata de cualquier cuadro. Se trata de Boca. Lo popular, lo ordinario, el cliché, lo argento, entendiendose por argento esa cualidad del ser humano que lo convierte en un ser detestable en cualquier lugar del planeta.

Rono no va a salir a defender nada. No esperen una solicitada en un matutino, ni una declaración a viva voz en algún blog más progre que Mondorono. Nada de eso. Rono entiende el juego y se pone el traje que otros defenestran. Es más, no reniega ni siquiera de los motes asociados, tales como "cabeza", "boliviano / paraguasho", "peronista", etc.

Lamentamos la desilusión generalizada. Y no paramos. Rono desde la semana que viene será un hincha con carné. Sí, como lo leen. Rono es socio del Club Atlético Boca Juniors. Y lo será por muchos años más.

Dejemoslo acá. Es mucho por hoy. Pasaron 3 semanas. No se podía esperar un post intrascendente. Sí, tampoco era necesaria una bomba, pero bueno, Mondorono es así, un espacio para lo inesperado. Como a Rono le gusta decir: "Una no convencionalidad de aquellas".