"Todo concluye al fin, todo termina" dice una canción con más versiones que las que se merece y es cierto. Todo tiene un final. Hoy es el final de mi período Tiptronic, algo así como la vida en el paraíso de los autos.
Mi auto, Boogie (no confundir con Buggy, mi anterior), se ha ido y con él su Tiptronic, la de la foto. Qué puedo decir? Nada. Que lo disfruté mientras duró. Que cada una de las 6500 rpm que el motor entrega en modo "Sport" me hicieron vibrar y que usar la caja en modo manual me hacía sentir Senna. Bueno, Catalan Magni, digamos.
Así es señoras y señores, Rono retorna al mundo de la gente que no elige entre manual o automático, o, mejor dicho, sí eligen, pero no a diario, sino al momento de comprar el auto.
Es decir, el mundo de los meros mortales.
Salud Boogie! Espero que seas tratado mucho mejor que Buggy. Te lo mereces y tu Tiptronic lo agradecerá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario