martes, 10 de febrero de 2009

No tantos (e)mails



Como les comenté ayer, estoy arrepentido de haberle dedicado tanto tiempo a las compus, esos aparatos diabólicos que nos alejan de las cosas que más queremos.

Ahora, después de haber finalmente conseguido "integrar" (wow, qué término tan informático) tres Outlooks de diferentes eras en un solo (super) mail de unos 25000 mensajes, terminé encontrando una razón para tamaña torpeza.

Resulta que revisando con cierto detenimiento y cierta atención a las fechas (nunca mucha) encontré una serie de emails de la época en que tomé la decisión de irme de Argentina. Lo cierto es que el proceso mental que me llevó a hacerlo está, para mi sorpresa, bastante a la vista. Muy explícito, me animaría a decir.

Y a partir de ahí, uno recorre épocas, hechos, ciertas "epopeyas" cargadas de humor de varios colores, aunque predominantemente negro y encuentra una respuesta a varias cosas del hoy y una conclusión que me deja como mínimo conforme: los siete años que pasaron desde aquellos mails me dicen que no fueron siete años "normales"

A juzgar por lo que siento que mi vida cambió, fueron más bien siete años "caninos". Quién hubiera dicho que un puñado de mails iban a decir tanto, tanto tiempo después, no? Y me terminé felicitando por lo que a priori parecía una reverenda estupidez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí me pasó algo parecido con los mails que enviaba desde BCN la primera vez que fui, en el 2000. Mandaba unos mails larguísimos, contando chorrocientasmil cosas de indígena que vio la luz. Pues mi viejo los había guardado (cosas que hacen los viejos). Y me pasó lo que a vos: esos mails son historia. En mi caso, son lo más parecido a un diario de viaje que hay: muchas anécdotas, contadas como sólo se puede cuando te acaba de pasar algo, una inmediatez, una frescura, que no se logran contando las cosas a la vuelta.

En cuanto a los "años normales": me alegro por vos. Cuando las pasás canutas, se aprecia un montón mirar para atrás. Pero no sólo por haber sobrevivido, sino por haber vivido lo que viviste. Si no existieran esos mails, hoy tendrías menos para contar.

Bassi

Rono dijo...

Yo nunca pensé (hasta la semana pasada cuando hice lo que derivó en este post) que tuviera tantos mails entre nosotros dos. Creo que conté no menos de 200.
Incluido los geniales de Banana y todo lo que te pasó adentro o en la puerta :)
La cantidad de mails que hubieran provocado audiencia de deportación creo que roza el 95%. Qué época tan genial!